High Springs, agosto 20 de 1997
P. J. A.
B.
Estimado hermano:
Te saludo fraternalmente deseando estés bien al igual que tu esposa, hijos y demás hermanos en la fe.
Recibí tu carta de julio 8 y debido a los atareos de la conferencia no pude dedicarle tiempo en esos mismos días, pero después la he leído detenidamente y comprendo lo que dices acerca del libro “Conspiración Contra las Sagradas Escrituras”. Parece que, además de la efusividad propia de Fernández y de Manzanares, el editor ha tomado parte decisiva en subir el énfasis del libro.
Aunque la versión Popular ofrece la ventaja de expresarse en un lenguaje actual, desde que tuve la oportunidad de leerla por primera vez me disgustó mucho la forma simplista de presentar varios pasajes, pues en algunas partes parece más ser una paráfrasis que una versión de Las Sagradas Escrituras. Ahora, después de conocer algunas otras versiones, también influidas por las tendencias liberales de algunos teólogos, me gusta más la versión Reina-Valera, aunque reconozco que también deja mucho que desear.
En cuanto a que de verdad haya una conspiración contra Las Sagradas Escrituras es innegable, y eso no es algo nuevo, pues de siempre el jefe de la conspiración, el diablo, ha tratado de destruirla de varias maneras, pero ahora está usando métodos más refinados. Es posible que no exista una conspiración humanamente organizada en la que ciertas personas estén asociadas para desvirtuar la Biblia en una forma consciente y voluntaria, pero sí ha habido hombres muy influyentes, como es el caso de Wellhausen, Wescott y Hort, a los que, en forma aislada, o en combinación, el diablo ha sabido usar para confundir a los creyentes. Aunque no es la única, la versión Popular está minada par la influencia de esos hombres.
Creo que nosotros, sin hacer mucho caso a la opinión personal de los autores del libro “Conspiración Contra Las Sagradas Escrituras”, sí debemos hacer caso a las denuncias que en ese libro se hacen, especialmente a aquellas que pueden ser comprobadas documentadamente. Esto no es un asunto para que nos alarmemos, pero sí para que estemos alerta y sepamos alertar a nuestro pueblo.
Ojalá lleguemos a disponer de una versión que sea fiel al texto mayoritario, como es la Reina-Valera, pero en un lenguaje claro como es la versión Popular. Mientras no la tengamos, hagamos caso al refrán que dice: “De dos males, el menor”.
Tengo el propósito de leer de nuevo el librito de que venimos tratando, y alternar su lectura con los detalles de tu carta. Si puedes, haz tú lo mismo, pues según me dices, no pudiste darle una lectura cuidadosa. Si Manzanares llegara a publicar una obra más completa, sobre este mismo tema, y esa obra llega a mis manos, tendré en cuenta tu petición.
Dale saludos de mi parte a tu familia y a los demás hermanos en la fe.
Te aprecia tu hermano en Cristo,
Ob. B. Luis
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